Susurros en la nube
“Los susurros que no escuchamos son los más reveladores”.
En la era digital, la nube no es simplemente un espacio de almacenamiento: es un reino intangible donde nuestras identidades se fragmentan, se recopilan y se explotan. Susurros en la nube reflexiona sobre la extracción silenciosa de información personal mediante algoritmos y plataformas de redes sociales, un proceso tan imperceptible como implacable.
La composición del cuadro encarna esta dualidad entre lo visible y lo oculto. Los azules fluidos y luminosos evocan una ilusión de apertura y posibilidades ilimitadas; sin embargo, al emerger de las sombras, formas alargadas y fantasmales perturban esta serenidad. Estas formas espectrales, casi como colmillos o garras que atraviesan el vacío, sirven como metáforas de las fuerzas invisibles que cosechan, manipulan y transforman nuestro yo digital.
Vivimos bajo la ilusión del libre acceso y la autoexpresión, pero nuestra presencia en línea es… una colección de susurros: señales recopiladas, procesadas y reutilizadas más allá de nuestro control. Esta obra no se limita a criticar el capitalismo de vigilancia; invita al espectador a reconsiderar su relación con la tecnología, la privacidad y la voluntad.
¿Cuánto de nosotros mismos permanece verdaderamente nuestro en este horizonte ilimitado?