Globo apuñalado
Un globo, perforado por unas tijeras de sastre, debería explotar, pero permanece intacto. Las hojas perforan su superficie, pero en lugar de reventar, la forma persiste, desafiando la lógica y las expectativas.
Éstas no son unas tijeras comunes y corrientes; son tijeras de sastre, herramientas destinadas a la precisión, para elaborar algo meticulosamente “hecho a medida”. Aquí, sin embargo, no dan forma a la tela sino que…dan un golpe aparentemente diseñado para la destrucción, pero el desastre nunca llega.
Esta pieza presenta una realidad imposible, una contradicción que habla de resiliencia frente a la destrucción. En un mundo gobernado por causas y efectos predecibles, Globo apuñalado desafía nuestra comprensión de la fragilidad y la fortaleza. ¿Es la vuln erabilidad siempre sinónimo de debilidad? ¿Puede algo delicado perdurar incluso frente a fuerzas destinadas a destruirlo?
Al congelar el momento del impacto, esta escultura suspende el miedo mismo, transformando la catástrofe prevista en un desafío silencioso. Invita al espectador a reconsiderar cómo percibimos las amenazas, cómo respondemos a las crisis y cómo, a veces, la supervivencia es un acto de reescribir las reglas.